Comprobar la presión de inflado y el dibujo de los neumáticos antes de salir de vacaciones es una cuestión de seguridad y además supone un importante beneficio económico, por el ahorro de combustible que conlleva y porque alarga la vida de las ruedas del coche.
Calculamos que la llegada del verano y el consiguiente aumento de los desplazamientos por carretera causará que cerca del 15% de las averías que se produce en la carretera esté directamente relacionado con el mal estado de los neumáticos; y muchos de los problemas desembocan en reventones y el consiguiente accidente.
Por eso, en Idemcar os recordamos que “una correcta presión incrementa la seguridad, el confort y la duración de los neumáticos; además, hará que disminuyamos el consumo de combustible, con el consiguiente beneficio económico y medioambiental”. A continuación te explicamos cómo comprobar la presión de tus neumáticos correctamente, y no con la patadita perezosa que solemos propic
¿Cómo asegurarse una correcta presión de inflado de los neumáticos?
1. Es fundamental revisar y ajustar las presiones antes de cada viaje y atender a las recomendaciones del fabricante, que suelen estar indicadas en la puerta delantera del vehículo o en la tapa de depósito.
2. Como norma, revise y ajuste la presión regularmente al menos una vez al mes.
3. Realice las comprobaciones con los neumáticos en frío. Si está obligado a comprobar la presión en caliente, aconsejamos igualar la presión de los 4 neumáticos a la del que tenga mayor presión recomendada. Y repita la comprobación cuanto antes con el vehículo en frío.
4. Ajuste la presión según la información facilitada por el fabricante de los neumáticos.
5. Compruebe también la válvula del neumático, ya que su estado contribuye a mantener la presión adecuada. Una válvula en mal estado puede causar la pérdida total del aire provocando un rodaje sin aire, rotura de la carcasa del neumático y riesgo de accidente.
Una presión incorrecta afecta a la duración de los neumáticos porque genera un desgaste irregular de las gomas, hay más riesgo para la estructura del neumático y el comportamiento del vehículo será peor, lo que pone en peligro a todas personas que están en la carretera. Cuando la presión se ve afectada por elevadas temperatura se reduce el tiempo de frenado y, por otro lado, se puede producir una deformación de la carcasa que acabe en reventón.