Uno de los peores enemigos de los vehículos y gran asociado con el paso del tiempo es el óxido. En primer lugar hay que diferenciar entre el óxido de la parte de chapa exterior, el óxido de chapa interior y el óxido de la mecánica. – Óxido de la chapa exterior En la chapa exterior, el óxido suele aparecer en las zonas más propensas a acumular humedad, como en las taloneras o bajo las puertas, detrás del guardabarros en las aletas delanteras y, sobre todo, en zonas donde la protección de la pintura e imprimación ha saltado por culpa de un golpe o rasguño. En estas zonas, la propagación del óxido es lenta pero progresiva y poco a poco va desplazándose por debajo de la capa de pintura, lo que acaba provocado unas “burbujas” en la capa de pintura que son el principal síntoma de que haya óxido en la chapa exterior. – Óxido de la chapa interior En la chapa interior, el óxido se forma en zonas de difícil acceso, como los bajos del coche, el interior del guardabarros y las aletas, vierteaguas interiores y distintos rincones del interior de la carrocería. Suelen ser los óxidos más complicados de detectar y sanear, ya que al estar tan escondidos, normalmente cuando nos damos cuenta es porque se cae un trozo de chapa oxidada o empieza a aparecer hacia el exterior. Además,puede llegar a afectar a la estructura del vehículo en el caso de que dicho óxido se forme en los puntos clave del vehículo. – Óxido en la mecánica Por último, otra de las zonas donde el coche se ve más afectado por el óxido es en las partes mecánicas, especialmente en los bajos del vehículo. Al usuario corriente este aspecto no le implica directamente ningún problema, pero sí indirectamente. En el momento que el coche debe ser reparado en un taller, o bien se le realiza un mantenimiento o se cambian piezas de desgaste, puede ocurrir que, debido al óxido, se rompan tuercas, soportes, tornillos agarrotados… Complicando así la reparación y mantenimiento del coche, debiendo asumir el aumento de coste de la reparación por este imprevisto. Asimismo, los tubos de escape son muy poco amigos de la humedad y el óxido y con el tiempo acaban pudriéndose las soldaduras y uniones de los tramos del tubo de escape. En Idemcar estamos preparados para solucionar todos estos problemas, pero siempre es mejor prevenir que curar, por eso te recomendamos que te pases por nuestras instalaciones para una revisión a fondo.