Estamos cerca de las vacaciones y lo que nos interesa es llegar a nuestro destino, sanos y salvos y desconectar. Y por supuesto volver. Un factor determinante para ello son las distracciones al volante, y por distracciones no sólo están los agentes externos como la congestión de la carretera, las altas temperaturas o la monotonía del camino. En el interior del coche lo que más puede llegar a distraernos son los niños, además del móvil, pero eso sabemos de sobra que está prohibidísimo y aquí todos somos unos cumplidores de leyes natos. Y más aún si son de “aburrimiento fácil”. Las típicas me aburro, me hago pis, cuánto falta, por dónde vamos, tengo hambre, quiero beber… ¿Sabes cómo darle solución? Te queremos ayudar a que viajes tranquilo, que no haya ningún inconveniente que se ponga en tu camino y llegues sin problemas a tu destino. Lo primero que tienes que pensar es en hacer una revisión general al coche, a ver si por algún casual vamos a hacer el viaje más largo de lo deseado y ya si que lo podemos tomar como infernal. Así que pásate por Idemcar y le hacemos un repaso rápido.
Aconsejamos salir de viaje por la mañana, y cuánto más pronto, mejor. Si son las 5 o 6 de la mañana los niños seguirán dormidos, y el viaje se pasará volado. En el caso de que se despertaran, por lo menos el calor no aprieta tanto como lo hace a las 12 del mediodía, lo que los mantiene más tranquilos y el viaje se hace más ameno. Además llegarás a tu destino a una hora que te permite disfrutar el día casi completo.
Y los niños de hoy en día, no me digáis que no, pero es muchísimo más fácil mantenerlos ocupados que en otros tiempos. Si le pones una tablet delante con su serie de dibujos favorita, o con el juego que más les gusta, en cuánto levanten la cabeza de la pantallita será la hora de hacer el descanso, desayunar algo y volver al camino. Y en menos que canta un gallo… “Ha llegado a su destino”.